La tumba de Hannibal Barca

Poca gente lo sabe, pero cuando viajan a Estambul están a tan solo 60 km de la tumba del gran general cartaginés Hannibal Barca (Hannibaal Barqa en fenicio y Aníbal en castellano). Por suerte pude descubrirlo gracias a un compañero de trabajo que me lo dijo e hice una visita express.

Ubicación de la tumba de Hannibal Barca en Gebze, cerca de Estambul. Google Maps (2016)

La primera pregunta que surge es qué hace la tumba de Hannibal aquí. Tras perder en la Segunda Guerra Púnica contra Roma, Hannibal recuperó poder en Cartago, por lo que Roma pidió su rendición para evitar una nueva guerra. Para no entregarse, se exilió en el año 195 a.C. con 52 años. Viajó a Tiro, Éfeso, Siria y finalmente acabó en la corte del rey Prusias de Bitinia. Éste le acogió a cambio de su ayuda para librarse del yugo de Roma, pero acabó traicionándolo por presión del Senado Romano. Hannibal decidió suicidarse envenenándose antes que ser llevado a Roma. Sucedió en el año 183 a.C. cuando Hannibal tenía 64 años en la ciudad de Lybissa, actual Gebze.

Es triste pensar en un anciano que tras haber sido uno de los mejores estrategas de la historia, además de la mayor amenaza para una Roma imparable y convertirse en una leyenda en vida, acabó enterrado lejos de su tierra sin dejar rastro.

Durante el gobierno de Atatürk, padre de la Turquía actual, se realizaron excavaciones en la zona con la intención de encontrar la tumba de Hannibal, pero fue en vano. A pesar de ello se decidió hacer un parque en conmemoración a su persona, y más tarde en 1981 se añadió una escultura llamada Hannibalin Mezarı (Tumba de Hannibal). Es un monumento sencillo, austero o espartano, como se diría. Se trata de un bloque de piedra de 25 toneladas con la cara de Hannibal tallada en su centro, basada en una escultura del Museo Arqueológico de Estambul.

Monumento a Hannibal Barca en Gebze (Turquía). Fotografía: Christian Sierra, CC-BY-NC-SA 4.0 License

Como curiosidad decir que el monumento está rodeado por inscripciones talladas en mármol en Turco, Alemán, Francés, Italiano e Inglés en los que se puede leer el por qué de este monumento. Lo que más me impactó fue que puede verse perfectamente como la inscripción inglesa está llena de faltas de ortografía, fechas erróneas e i’s mayúsculas con puntos (en turco se distingue la i de la ı) que han sido corregidas a posteriori. Sigo sin explicarme cómo se puede mandar inscribir algo en mármol sin haber revisado el texto antes o haber comprobado al menos las fechas.

Inscripción de mármol cerca de la tumba con numerosas correcciones. Fotografía: Christian Sierra, CC-BY-NC-SA 4.0 License

Para visitarlo hay que acceder desde una caseta de seguridad en la que entregando el pasaporte o DNI te dan una tarjeta de acceso temporal. Se puede acceder en coche y siguiendo las indicaciones se llega enseguida.